Victorina, un homenaje a las anfitrionas 

Hace tiempo que quería crear una colección única que reivindicara la vertiente social y artística de la cerámica. A menudo asociamos los momentos cozy con el tiempo para una misma, pero la realidad es que hay pocas situaciones más acogedoras que una cena en petit comité con tus personas favoritas, ¿no crees? De ahí surgió la idea de rendir homenaje al buen gusto de las anfitrionas creando una vajilla muy especial inspirada en el arte vanguardista.

La cerámica artesanal es arte y para mí arte es sinónimo de creatividad y experimentación. En esta ocasión me apetecía jugar con el color, las formas y las texturas para salir de mi zona de confort y crear una colección elegante con notas de fantasía. De nuevo contacté con el interiorista Oriol Gallart, que ya me ayudó muchísimo con la creación del concepto y la decoración de Atelier Bruma, y nos pusimos manos a la obra. Oriol vino a La Cerdanya con varias ideas y un bloc de notas y empezamos a dibujar los primeros bocetos.

La anfitriona que teníamos en mente es una mujer que mezcla tradición y tendencias, que valora los productos de calidad y disfruta creando una atmósfera distendida donde las conversaciones fluyen y todos se sienten a gusto. Una persona creativa, con buen gusto y carácter único.

El siguiente paso fue plantearnos qué corriente artística representaba mejor a nuestra anfitriona y encontramos la inspiración en los movimientos de vanguardia del siglo XX. La libertad de trazo grueso y desenfadado de las obras del fauvismo, las formas redondeadas, el uso del color sin matizar y los contornos pronunciados marcaron el punto de partida. Así que nos dedicamos a buscar pinturas de la época donde aparecieran vajillas y complementos de mesa para crear la colección Victorina.

Durante las primeras pruebas creé algunas piezas con colores vivos y diferentes combinaciones de estampados, pero al final decidí trasladar el color a la imagen de campaña y opté por esmaltes de colores neutros, donde destacan las texturas y los contornos. Sin duda el mayor reto de todo el proceso fue crear los tapones de botella, las piezas más singulares de la colección. En este caso trabajé con moldes de porcelana, una técnica que no suelo emplear en mis piezas y que ha sido todo un descubrimiento. 

Victorina es un experimento artístico cocinado a fuego lento. Un surtido de piezas únicas elaboradas a mano con mucho cariño para acoger tus mejores sobremesas. ¿Te animas a descubrirlo?